El modo más sencillo y rápido de recuperar el funcionamiento correcto del Sistema cuando notamos que algo no va mal es Restaurar el Sistema a un Punto de Restauración anterior. No siempre funciona, pero merece la pena aprender a manejarlo.
¿Que es un punto de restauración?
Es un respaldo de nuestro sistema operativo completo para poder restaurarlo en caso de errores o fallos. Al crearlo se realiza una copia del estado en que se encuentra nuestro equipo en un momento de tiempo determinado, creando una instantánea de todo nuestro sistema (usuarios, archivos, programas, escritorios, configuraciones, redes, etc) que permanecerá guardado en nuestro disco duro. Los puntos de restauración de Windows son una tarea de mantenimiento considerada imprescindible para responder a pequeños fallos del sistema operativo.
Y puedes verte en esta situación por varios motivos: un error del software; la entrada de un virus; cambio de hardware; la instalación de drivers no compatibles; de alguna aplicación que no funcione correctamente o de las mismas actualizaciones de Microsoft que en Windows 10 se han convertido en un ejercicio de alto riesgo.
El funcionamiento y gestión de esta característica es básicamente la misma en todos los sistemas Windows (7, 8.1 y 10) y es muy útil para cualquier usuario cuando el sistema no funciona bien o lo hace de forma errática como resultado de alguna instalación o modificación en sus parámetros. Poder adelantarse a cualquiera de estos problemas (nada infrecuente en los sistemas de Microsoft ante su enorme ecosistema) usando esta función es una medida que debería adoptar cualquier usuario.
Esto no se debe confundir con la opción de restablecer Windows -al estado de compra, usualmente- que se introdujo con Windows 10, ni tampoco con la de regresar a una versión anterior si no nos convence la actualización -hacer un downgrade-, ni mucho menos con las opciones para recuperar el sistema.