Entradas del Autor: Jose Francisco Alonso

Cómo mejorar el WiFi y aumentar la cobertura y velocidad: trucos y consejos

La cobertura del WiFi en nuestro hogar es un problema si vivimos en una casa con varias plantas o en un piso grande con bastantes paredes y habitaciones de por medio. Por ello, vamos a recopilar los mejores trucos y maneras y cómo mejorar el WiFi en casa para que aumente la cobertura, la velocidad, la señal y su estabilidad.

1. Ubicación: evita elementos que hagan interferencias o bloqueen la señal

El problema más común es que el router esté demasiado lejos del dispositivo que queremos conectar. Por ello, tenemos que analizar la colocación del router. Es posible que cambiar la posición, aunque sea un par de metros puede cambiar radicalmente la señal del WiFi.

Es importante analizar qué hay alrededor del router. Tenemos que intentar que haya la mayor distancia posible ante obstáculos, como paredes o techos, aunque sin alejarnos mucho de la zona a la que queremos dar cobertura, siguiendo las siguientes indicaciones:

  • Evitar superficies o grandes paneles metálicos. Por ejemplo, colocar el router detrás de la televisión hará que la pantalla bloqueé gran parte de la señal.
  • Evitar esconderlo en un cajón o ponerlo en una estantería cubierta, pues estaremos bloqueando la señal.
  • Es recomendable alejar el router lo máximo posible de las redes de los vecinos.
  • Colocar el router en una zona elevada y lejos del suelo con pocos obstáculos
  • Alejarlo de microondas y teléfonos inalámbricos (éstos operan en 2,4 GHz, por lo que es posible que si la interferencia es fuerte te llegue mejor cobertura incluso con la red de 5 GHz)
  • Alejarlo de zonas con muchos cables o bombillas halógenas para evitar interferencias.

La equidistancia es importantísima en un router. Si tenemos en un piso, debemos tratar de colocar el router en la habitación que más centrada esté de tal manera que llegue mejor al resto del piso. En una casa con varias plantas, es recomendable que esté en la planta intermedia o incluso en la planta alta, ya que en una planta baja el suelo absorbe más señal, y las ondas WiFi tienden a viajar mejor lateralmente y hacia abajo.

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Amazon, Google y Facebook: ¿los nuevos amos de la cultura?

El sector mediático vive una revolución marcada por la consolidación de nuevos agentes, como las plataformas de streaming (Netflix o Spotify), que cimentan modelos de negocio atractivos para el consumidor.

Frente a ellos, las grandes compañías mediáticas que han dominado la industria tradicional aplican estrategias para competir y adaptarse a este escenario de convergencia mediática. Así lo ha hecho recientemente Disney con su plataforma Disney+.

Así crecen los GAFAM

Mientras el sector audiovisual libra su particular batalla por dominar el espacio de ocio, entretenimiento e información, los grandes grupos tecnológicos, aquellas empresas que dominan internet, se aproximan cada vez más al negocio de la comunicación y la cultura.

Conocidas como los GAFAM, los grupos tecnológicos que forman Google (Alphabet), Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, crecen a un ritmo acelerado. Enfocan sus negocios hacia vectores de crecimiento estratégicos para el desarrollo de las sociedades conectadas.

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Infographic: A Decade of Growth for GAFAM | Statista

Los GAFAM se han introducido en nuestra vida personal y profesional. Cada uno es líder en su mercado (buscadores, tienda on line, redes sociales y hardware y software informático y de telefonía). Pero sus áreas de expansión abarcan cualquier faceta de nuestras vidas que esté conectada a internet.

Los asistentes virtuales, los electrodomésticos, las ciudades y los coches inteligentes o las aplicaciones de monitorización de constantes vitales son fuentes inagotables de big data, el ADN para estas empresas. Y esto también incluye las industrias culturales y creativas.

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Tecno-estrés

Por si no lo sabías, existe desde hace tiempo este malestar, reconocido oficialmente;
y no, no estamos libres ninguno/a

La definición más aceptada del tecnoestrés sería un “estado psicológico negativo relacionado con el uso de las TIC o amenaza de su uso en un futuro. Este estado viene condicionado por la percepción de un desajuste entre las demandas de los recursos relacionados con el uso de las TIC, que lleva a un alto de nivel de activación piscofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas hacia las TIC”.

En definitiva, se asocia el tecnoestrés con la percepción negativa, la ansiedad o la angustia, que puede suponer el uso de las Nuevas Tecnologías a la persona o trabajador que debe utilizarlas.

Suelen sufrir tecnoestrés:

  • Trabajadores de cierta edad necesitados de adaptarse a nuevas herramientas de trabajo.
  • Trabajadores que no desconectan de su vida laboral, debido al uso de sus teléfonos móviles.
  • Trabajadores que desconfían de la Seguridad de la Información.
  • Trabajadores que deben exponerse a lo largo del día a mucha información.

El tecnoestrés, puede aparecer por diversas razones:

  • Falta de Información y conocimientos sobre el uso de las herramientas tecnológicas.
  • Falta de apoyo por parte de supervisores y/o compañeros para solucionar los problemas que puedan existir.
  • Mal funcionamiento del ordenador o de los programas informáticos.
  • Pérdida de datos por caídas de sistemas.
  • Sobrecarga de demandas exigidas en el entorno de trabajo
  • Falta de control sobre el propio trabajo.
  • Falta de recursos para hacer frente a las demandas.

Como estrategias de Prevención de Riesgos, ante el tecnoestrés, desde el INSHT, proponen varias técnicas:

  • Información y Comunicación, sobre las nuevas tecnologías a utilizar.
  • Formación. Cursos específicos sobre el uso y la aplicación de las TIC.
  • Participación en la toma de decisiones de los cambios tecnológicos.
  • Diseño o Rediseño del puesto de trabajo, tratando que la tecnología se convierta en un recurso.
  • Diseño tecnológico, que tenga un diseño ergonómico, y usable y amigable, es decir, que el diseño sea intuitivo y secillo de uso para personas no técnicas.
  • Desarrollo de equipos de trabajo, que trabajen sobre problemas específicos.
  • Cambio del clima y la cultura organizacional, creando un sentimiento de apoyo en la introducción de las innovaciones tecnológicas en la empresa.

Para saber más

Docentes -universitarios- en la era digital: adaptarse o morir

Los días del profesor universitario que da la lección magistral se han acabado. Puede ser peligroso tener docentes analógicos, ciegos a los cambios que suceden en su entorno y desconectados de la realidad. Sobre todo cuando están en sus manos los profesionales del futuro y estos sí deben tener las capacidades digitales desarrolladas cuando finalizan sus estudios.

enero 2020 || CET

Los cambios vienen rápidos y son muchos los educadores a los que les ha atrapado la brecha, no solo la digital, sino la generacional. Y no es cuestión de edad, como muchos apuntan en cuanto a las nuevas generaciones que nacen digitales, sino que es un elemento de actitud, de querer evolucionar con la sociedad que nos rodea, de curiosidad, de perseguir, mejorar y aprender, de vocación.

La docencia se debe adaptar a los cambios. El hecho de estar presente en el entorno del alumnado es básico, por ejemplo, en las redes sociales: ¿cómo va a motivar un profesor a un alumno si desconoce su mundo, sus costumbres y su manera de comunicarse?

Los docentes deberían incentivar la proactividad de sus estudiantes hacia la mutación digital, cambiar los procesos de enseñanza hacia lo digital y, lo que es más importante, olvidar muchos de los paradigmas de docencia que se venían ejerciendo y que ya no tienen sentido.

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Seis fórmulas para mejorar nuestros hábitos digitales en 2020

Los robos de datos, los ataques generalizados con malware y la publicidad ultrapersonalizada fueron los puntos débiles de la vida digital en el último trienio.

A medida que las tecnologías cambian, también lo hacen las recomendaciones de los expertos sobre seguridad. Acompañando el comienzo del año he elaborado una breve lista de sugerencias que nos permitirán mantener la vida digital a salvo y libre de desinformación manipulativa.

1. Establezca sus límites y no los ignore

Recientemente, como parte de mi investigación, mantuve conversaciones con varios trabajadores sexuales de Europa sobre su privacidad y seguridad digital. Una de las ideas más repetidas fue la siguiente: “La mejor manera de permanecer seguro es establecer unos límites”. Decida en base a sus preferencias, y anticipándose a las posibles consecuencias, qué datos está dispuesto a compartir en las aplicaciones y en los servicios online y cíñase a esos límites.

De esta forma, cuando la última app del mercado le pida permiso para compartir algo que usted no quiere compartir, estará más preparado para dar una respuesta.

De igual manera, también es buena idea establecer límites en las discusiones en redes en las que está dispuesto a participar. Abandone aquellas conversaciones que, más que ayudarle, le perjudiquen.

También puede resultar útil poner límite al tiempo que queremos dedicar a nuestra seguridad digital, porque de lo contrario puede convertirse en una tarea eterna.

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Yo aprendí dactilografía; ¿Y tú, sigues tecleando con dos dedos?

El problema de tener que escribir… a máquina

Hoy en día, tanto docentes como alumnos, nos vemos obligados a «meter» muchas horas de teclear textos para programaciones, informes, trabajos, ejercicios… deberes. ¿Pero qué pasa normalmente? Pues que, como ocurre en muchos otros casos, que escribir «a máquina» no se enseña en la escuela, ni en el instituto (sí, ya sé que alguno/a ya está pensando «para lo que enseñan allí…»), por lo que al final resulta que aprendimos como Dios quiso hacernos entender, y luego pasa lo que pasa: acabamos escribiendo con dos dedos, o a lo sumo, con 4 dedos, y evidentemente mirando el teclado -casi- continuamente; rendimiento mínimo y cansancio máximo.

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la Olivetti Línea 98, ¡ese clásico!

Bien, esto es lo que ocurre normalmente. Pero no le pasa a todo el mundo, por lo menos no a todo el mundo que se dedica «profesionalmente» a escribir. Me explico: todos los profesionales que tienen que escribir «en serio» como parte de su trabajo, pasan por una fase-clases de aprendizaje digito-dactilográfico, es decir, escritura con los dedos (y me diréis que vosotros ya lo hacéis así; pero esperad un poco y seguid leyendo). Esto se trata de lo que se conoce como «escribir a máquina» o escribir con teclado de ordenador como se diría hoy más correctamente. Así lo hacen todos los oficinistas, admnistrativos, periodistas… y otros profesionales de la escritura.

Y digo yo: si yo tengo también que escribir realmente muchos documentos a lo largo de mi vida, digamos de estudiante (y no digamos de docente), ¿No sería de lo más inteligente invertir parte de mi tiempo (y al principio sería lo mejor, claro, para amortizar el esfuerzo) en aprender a escribir «de verdad y rápido», para sacarle el máximo partido al tiempo que tengo que utilizar para hacer mis trabajos, escritos, deberes…?

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