Ampliación del permiso por nacimiento y cuidado.

El Congreso ha dado luz verde a una medida muy esperada que supone un gran paso hacia la conciliación y la igualdad: se amplían los permisos retribuidos por nacimiento y cuidados, reconociendo el valor del tiempo dedicado a criar y cuidar.

Desde ahora, se podrá disfrutar de hasta 19 semanas de permiso retribuido, distribuidas en:

  • 17 semanas por nacimiento, válidas durante el primer año de vida del hijo o hija. Las primeras 6 semanas deberán disfrutarse de forma ininterrumpida y a jornada completa tras el parto.
  • 2 semanas adicionales para cuidados, que se podrán usar de forma flexible durante los primeros 8 años de vida.

Además, se contempla una ampliación específica para familias monomarentales y monoparentales, que podrán acceder a 32 semanas de permiso, reconociendo así las necesidades particulares de estas familias.

Esta medida tiene carácter retroactivo desde el 2 de agosto de 2024. A partir del 1 de enero de 2026, los permisos podrán solicitarse formalmente como un derecho individual no transferible, válido también en casos de adopción, acogida o guarda.

Inclusión sin barreras: Personas LGTBI+ con discapacidad.

El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGTBI+. En un mundo que avanza hacia la igualdad, aún existen realidades invisibilizadas que requieren atención urgente. El reciente informe elaborado por el Ministerio de Igualdad y el Real Patronato sobre Discapacidad pone el foco en una de ellas: la situación de las personas LGTBI+ con discapacidad en España. Este estudio pionero, basado en un enfoque interseccional, revela datos preocupantes sobre la discriminación que este colectivo sufre, especialmente en los ámbitos educativo y laboral.

El 78% de las personas LGTBI+ con discapacidad ha experimentado discriminación en el entorno educativo. Esta cifra alarmante refleja un sistema que, lejos de ser inclusivo, perpetúa estigmas y barreras. La discriminación proviene tanto del alumnado como del profesorado, y se manifiesta en forma de acoso, aislamiento y falta de apoyo institucional. En los centros de Formación Profesional como el nuestro, donde se prepara a jóvenes para su inserción laboral, es crucial fomentar una cultura de respeto y diversidad. La formación del profesorado en diversidad afectivo-sexual y discapacidad, la creación de protocolos de actuación ante casos de discriminación y la promoción de espacios seguros son pasos fundamentales para revertir esta situación.

En el ámbito laboral, el 42% de las personas LGTBI+ con discapacidad ha sufrido discriminación. Esta doble vulnerabilidad —por orientación/identidad y por discapacidad— limita sus oportunidades de acceso, permanencia y promoción en el empleo. Además, muchas veces se enfrentan a estereotipos que cuestionan su capacidad profesional o su «adecuación» al entorno laboral.

Desde la FP, tenemos la responsabilidad de preparar a nuestro alumnado no solo en competencias técnicas, sino también en valores de igualdad y justicia social. Fomentar prácticas inclusivas en las empresas colaboradoras, visibilizar referentes diversos y promover la empleabilidad de este colectivo son acciones que pueden marcar la diferencia.

Enlace de acceso al informe:

Gracias por vuestra participación en la encuesta sobre igualdad y coeducación.

Desde la Coordinación de Igualdad queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas que han participado en la encuesta sobre igualdad y coeducación.

Vuestra implicación es clave para seguir construyendo un centro educativo más justo, inclusivo y respetuoso con la diversidad. Con ella, buscamos recoger una visión amplia y realista que nos permita identificar fortalezas y áreas de mejora en nuestro compromiso con la igualdad.

Gracias por formar parte activa de este proceso. Seguimos avanzando…

Un paso hacia la igualdad: un padre jubilado en Cantabria recibe el complemento por brecha de género.

El Juzgado de lo Social número 4 de Santander ha emitido una sentencia pionera en Cantabria al reconocer a un padre jubilado el derecho a percibir el complemento por brecha de género en su pensión. Este fallo se produce tras una reciente resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que consideró discriminatorio el sistema actual, ya que concede automáticamente este complemento a las madres, mientras que los padres deben cumplir requisitos adicionales.

El beneficiario, padre de dos hijos y jubilado desde junio de 2024, recibirá este complemento sin necesidad de acreditar condiciones extra de cotización. Aunque la sentencia aún no es firme, representa un cambio significativo en la interpretación de los derechos de los padres en el ámbito de la Seguridad Social. Esta resolución supone un avance hacia una mayor equidad en el reconocimiento de las responsabilidades familiares, independientemente del género.

Desde nuestro centro educativo, valoramos este tipo de noticias como una oportunidad para reflexionar sobre los avances en materia de igualdad y justicia social, temas fundamentales en la formación integral de nuestros estudiantes.

Enlace a la noticia

Paternidad y cuidados: ¿quién puede permitirse cuidar?

En España, desde 2021, madres y padres tienen derecho a 16 semanas de baja por nacimiento, intransferibles y remuneradas al 100%. A primera vista, parece que la igualdad ha llegado al reparto de los cuidados. Pero un reciente estudio del Instituto de Estudios Fiscales revela una realidad más compleja: el acceso real a la corresponsabilidad sigue dependiendo del nivel de ingresos. El informe muestra que solo el 21,5% de los padres opta por cuidar en solitario tras las seis semanas obligatorias compartidas con la madre. Esta modalidad, conocida como «solo care», es considerada la forma más avanzada de corresponsabilidad. Sin embargo, su adopción varía enormemente según el sector y la renta: mientras que en sectores como telecomunicaciones o finanzas el porcentaje supera el 35%, en la construcción apenas llega al 16% y en la agricultura al 13%.

¿Por qué? Porque cuidar también es un privilegio. Los padres con empleos más estables y mejor remunerados tienen mayor capacidad para negociar con sus empresas, reorganizar su calendario laboral y asumir posibles penalizaciones. En cambio, quienes tienen trabajos más precarios o ingresos ajustados suelen verse obligados a tomar la baja de forma simultánea con la madre, perdiendo así la oportunidad de ejercer un cuidado autónomo y transformador.

Desde los centros de Formación Profesional, tenemos una oportunidad única para contribuir a cambiar esta realidad: formando en igualdad y corresponsabilidad desde las aulas, sensibilizando sobre los derechos laborales y cómo ejercerlos, promoviendo prácticas en empresas que respeten y fomenten la conciliación y rompiendo estereotipos de género en todos los sectores, incluidos los más masculinizados.

La igualdad legal es solo el primer paso. La igualdad real exige que todos los padres, independientemente de su salario o sector, puedan ejercer su derecho a cuidar. Como comunidad educativa, debemos formar profesionales que no solo sepan hacer bien su trabajo, sino que también estén comprometidos con una sociedad más justa y equitativa.

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