Alimentos saludables vs. alimentos no recomendables

Elige alimentos que te aporten nutrientes útiles y evita los productos que no proporcionan energía de calidad:

  • Son nutrientes útiles para nuestro organismo proteínas y grasas -ambas de origen animal y vegetal- mejor cuanto menos procesadas estén; lo mismo se aplica a los hidratos de carbono (sobre todo contenidos, pero no sólo, en los vegetales y legumbres); y por último minerales y vitaminas (estos dos últimos contenidos en suficiente cantidad de forma natural en una dieta rica y variada).
  • Aunque en sí no aportan prácticamente nutrientes útiles, la fibra contenida de forma natural en los vegetales y frutas nos aporta lo necesario para que nuestro tránsito intestinal sea el adecuado; además, el agua suficiente (agua sóla, no líquidos que contengan agua) es imprescindible también para nuestro organismo.

  • No son productos con energía de calidad aquellos que están excesivamente procesados, fritos y/o azucarados, que además llevan muchos conservantes, como: embutidos demasiado grasos (aportan demasiada grasa saturada); postres y helados, todas las “chuches”, bolsas de patatas y otros “fritos”…; cereales procesados de desayuno tipo cornflakes y bollería industrial (todo aquello que se puede comprar en una pastelería o similar y no es pan).

Otros productos que ingerimos, que no los tomamos como “alimentos”, pueden también suponer un incremento de calorías “vacías” o de sustancias tóxicas que nuestro cuerpo no va a aprovechar y nos va a “engordar” o a producir malestar e incluso enfermar:

  • Tampoco aporta energía de calidad en absoluto las bebidas alcohólicas. Estas habría que reducirlos al mínimo posible, mejor sólo ocasionalmente y en pequeñas cantidades. El alcohol en sí es un producto tóxico para el organismo que modifica drásticamente el sistema de metabolismo de los “azúcares” de nuestro cuerpo, intoxicando nuestros órganos y llegando a destruir nuestras neuronas. 
  • Los refrescos gaseosos con o sin azúcares. Los refrescos azucarados provocan “subidón” de glucosa en sangre que hace trabajar inútilmente también a nuestro hígado, almacenando finalmente las calorías sobrantes en forma de grasa corporal. Las bebidas “sin azúcar” contienen sustitutivos que vienen a ser químicos extraños para nuestro organismo, que a todos los efectos los va a tratar como tóxicos. Realmente no es mejor un sustituto del azúcar; lo mejor es sin azúcar ni nada que se le parezca.
  • Café, té, infusiones varias. Salvo raras excepciones, lo mejor es tomar los mínimos excitantes posibles. Uno o dos cafés o tés (negro, rojo) al día puede ser un límite aceptable (y nunca entrada ya la noche); los tés verdes y otras infusiones, como manzanilla, hinojo, melisa, valeriana, tila, jengibre, menta, hiervabuena, anís, salvia… pueden ser muy convenientes para regular pequeños trastornos. Y mejor todo lo anterior con el mínimo azúcar que seamos capaces de soportar.

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