Elige alimentos que te aporten nutrientes útiles y evita los productos que no proporcionan energía de calidad:
- Son nutrientes útiles para nuestro organismo proteínas y grasas -ambas de origen animal y vegetal- mejor cuanto menos procesadas estén; lo mismo se aplica a los hidratos de carbono (sobre todo contenidos, pero no sólo, en los vegetales y legumbres); y por último minerales y vitaminas (estos dos últimos contenidos en suficiente cantidad de forma natural en una dieta rica y variada).
- Aunque en sí no aportan prácticamente nutrientes útiles, la fibra contenida de forma natural en los vegetales y frutas nos aporta lo necesario para que nuestro tránsito intestinal sea el adecuado; además, el agua suficiente (agua sóla, no líquidos que contengan agua) es imprescindible también para nuestro organismo.
- No son productos con energía de calidad aquellos que están excesivamente procesados, fritos y/o azucarados, que además llevan muchos conservantes, como: embutidos demasiado grasos (aportan demasiada grasa saturada); postres y helados, todas las “chuches”, bolsas de patatas y otros “fritos”…; cereales procesados de desayuno tipo cornflakes y bollería industrial (todo aquello que se puede comprar en una pastelería o similar y no es pan).