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Coche eléctrico: por qué ha resurgido después de fracasar el siglo pasado

El año pasado (2018), las ventas de vehículos eléctricos e híbridos plug–in (enchufables) sumaron 408.000 unidades en Europa y 2,1 millones en todo el mundo. Los números suponen un 50 % más, aproximadamente, que en 2017. Para este 2019, se espera alcanzar otro aumento cercano al 50 %. Se podrían superar los tres millones de vehículos eléctricos vendidos en un año.

Se trata de las cifras de una revolución tecnológica e industrial. Incrementos de ventas y producción de dos dígitos (e incluso de tres en algunos países) se unen a aumentos de eficiencia nada despreciables. Los vehículos eléctricos consumen un tercio de lo que gastan los vehículos de combustión. Y por si esto fuera poco, se cortan de raíz las emisiones de dióxido de carbono, el gas más importante en la fracción del efecto invernadero debida a la actividad humana.

Críticas al coche eléctrico

La transformación a la movilidad eléctrica se está produciendo de forma tan intensa que parece irreversible. A pesar de ello, algunas voces se levantan periódicamente argumentando que los coches eléctricos contaminan más que los de gasolina, puesto que obtienen la energía de centrales de combustión.

Este razonamiento es inicialmente cierto, pero se trata de una fotografía que quedará rápidamente desfasada. Basta comprobar qué está sucediendo con las centrales eólicas y solares. En 2018, la energía eólica proporcionó el 14 % de la demanda total de energía en la Unión Europea. En 2013 era solo el 7 %.

El 95 % de las nuevas instalaciones energéticas de la UE corresponden a energías renovables. De ellas, el 45 % son de energía eólica. Esta última es la forma de generación de electricidad mayoritaria en Europa; ha superado recientemente al gas natural.

Tanto la movilidad como la generación de energía eléctrica se están transformando, rápida y definitivamente, hacia formas más eficientes y sostenibles.

Electricidad, gran olvidada en automoción

Quién hubiese dicho a inicios del siglo XX, cuando una buena parte de los automóviles ya eran eléctricos, que la tecnología se abandonaría durante más de cien años. Y que volvería a resurgir. ¿Cuál fue la causa? ¿Por qué los automóviles fueron primero eléctricos, después de combustión interna y ahora vuelven los eléctricos?


automóvil eléctrico de Thomas Parker, allá por 1895

La respuesta está en las baterías. Estos dispositivos, que transforman energía química en electricidad, eran inicialmente de plomo (óxido de plomo). Se trata de una robusta tecnología, puesto que aún se fabrica masivamente hoy en día. Pero es demasiado pesada.

Para obtener un mínimo de potencia en el vehículo, deben ensamblarse en serie un buen número de baterías. Por ello el peso es un parámetro clave. Las baterías de plomo no tuvieron nada que hacer frente a la ligereza del combustible derivado del petróleo, de ahí su proliferación durante todo el siglo XX.

Las crisis petrolíferas y los problemas de contaminación incentivaron la investigación en tecnologías alternativas. Las baterías eléctricas entraron de nuevo en el escenario. Y más, teniendo en cuenta las nuevas propuestas.

Las baterías de níquel-cadmio, así como las baterías basadas en metales alcalinos, por ejemplo, fueron usadas en tímidas propuestas durante los años setenta y los ochenta del siglo XX. Pero no solucionaron el problema. Ni con montajes que ocupaban todo el espacio disponible en el vehículo (¡incluyendo el habitáculo de los pasajeros!) fue posible obtener potencias y autonomías mínimamente suficientes.

La situación cambió radicalmente a mediados de los noventa, con la aparición de las baterías de ion-litio, suficientemente ligeras y potentes como para facilitar la actual transición al vehículo eléctrico. Su evolución no ha sido fácil, puesto que requería desarrollar los denominados compuestos de intercalación. Estas sustancias sirven de soporte para que el litio, el metal más ligero que existe, se intercambie entre ambos electrodos mientras genera corriente eléctrica.

Las modernas baterías de ion–litio no son un tema cerrado. Se están investigando otras opciones como las baterías de litio–aire (muchísimo más ligeras), las de litio–azufre, las de ion– sodio, las baterías de combustible (principalmente hidrógeno) y las baterías de flujo.

Más allá de los coches

Su futura aplicación no será solo el automóvil. Puesto que la electricidad no puede almacenarse, es necesario disponer de almacenes de energía o dispositivos que se recargan mediante la red eléctrica, pero que guardan la energía para posterior uso también mediante electricidad. Las viviendas, instalaciones industriales, plantas potabilizadoras de agua e incluso instalaciones agrícolas y ganaderas podrán hacer buen uso de estas baterías, altamente eficientes y no contaminantes.

Se avecina, pues, una verdadera transformación industrial. La fabricación de baterías será un sector mucho más estratégico de lo que ya es hoy en día, con espacio para la fabricación tanto a nivel masivo, como a nivel de nicho. Harán falta tecnologías muy variadas, que servirán a aplicaciones muy específicas.

En este sentido, Europa en general, y España en particular, van con retraso. La Unión Europea tiene prevista una promoción intensa del sector, que debería permitir una presencia en el mercado mucho más elevada que la actual. Alemania, Francia, Polonia y los países escandinavos han activado intensos programas de incremento de producción.

Las previsiones para España son más pesimistas, puesto que anticipan una participación marginal en la cuota de mercado, incluso dentro de diez años. Algo que nos debe alertar e incentivar.

Para saber más:

Cambio climático: las acciones que recomiendan 11.000 científicos que declararon la catástrofe para evitar un «sufrimiento incalculable»

por: Redacción || BBC News Mundo

Los incendios forestales en California se han vuelto más frecuentes debido al cambio climático. "Los científicos tienen una obligación moral de advertir claramente a la humanidad", afirmaron los autores del mensaje.

"Declaramos de forma clara e inequívoca que el planeta Tierra enfrenta una emergencia climática".

Más de 11.000 científicos de 153 países publicaron una carta abierta, en la que advierten que deben introducirse cambios dramáticos en la sociedad para evitar "un sufrimiento incalculable debido al cambio climático".

"Los científicos tienen una obligación moral de advertir claramente a la humanidad de cualquier amenaza catastrófica y de decir las cosas como son", señala el artículo publicado en la revista BioScience.

Los investigadores afirman que "la crisis climática se está acelerando más rápido que lo que preveía la gran mayoría de los científicos".

Los científicos afirman que no basta con monitorear la temperatura o las emisiones de CO2. Hay otros "signos vitales" del cambio climático como el incremento marcado en los vuelos.

 

Pero los autores del mensaje aseguran que no es tarde para evitar los peores efectos del cambio climático, y recomiendan acciones concretas en seis sectores.

Energía. Los políticos deben establecer precios lo suficientemente altos como para desalentar el uso de combustibles fósiles. También se debe poner fin a los subsidios a las compañías productoras o refinadoras de combustibles fósiles como el petróleo, y reemplazar el crudo y el gas con energías renovables.

Contaminantes. Es preciso eliminar o limitar las emisiones o producción de metano, los hidrofluorocarbonos y el hollín. Limitar estos contaminantes podría reducir la tendencia al calentamiento a corto plazo en un 50% en pocas décadas.

La destrucción de bosque debe cesar para evitar los efectos más catastróficos del calentamiento global.

 

Naturaleza. Los científicos recomiendan detener la destrucción de bosque, además de restaurar áreas boscosas, praderas y manglares. Estas medidas aumentarán el "secuestro" de CO2 o dióxido de carbono de la atmósfera.

Alimentos. Un gran cambio en la dieta es urgente. Todos debemos consumir más productos en base a plantas y menos de origen animal, como la carne vacuna. Reducir el desperdicio de alimentos también es crítico.

Economía. Los autores aconsejan convertir la dependencia de la economía de los combustibles fósiles. También señalan que es necesario cambiar el enfoque económico que persigue incesantemente el crecimiento y mide solamente el Producto Bruto Internto (PBI) como indicador.

Población. La población mundial está creciendo a un ritmo de 200.000 nuevos individuos cada día. Los científicos recomiendan reducir la presión del crecimiento de la población a través de medidas éticas como prolongar la educación de las niñas. Varios estudios han demostrado que el aumento en el nivel educativo de las mujeres suele estar acompañado de una reducción en el número de hijos.

"Hemos sabido esto por 40 años"

Los científicos publicaron su declaración el 5 de noviembre, en el 40 aniversario de la primera conferencia mundial sobre el clima, que se celebró en Ginebra en 1979.

Octubre de 2019 fue el más caliente en décadas (en comparación con el promedio para octubre desde 1981 a 2010).

 

"No tienes que ser un científico espacial para darte cuenta de que tenemos un problema", señaló Thomas Newsome, profesor de estudios ambientales de la Universidad de Sydney en Australia y uno de los autores del mensaje.

"Las emisiones de CO2 siguen subiendo, la temperatura sigue subiendo. Hemos sabido esto por 40 años y no hemos actuado", agregó.

Los autores también mencionan algunas señales positivas, como la reducción en el costo de la energía renovable y de la tasa de fertilidad.

"Sé que hablar sobre limitar el crecimiento de la población es controvertido, pero es necesario considerar el tema cuando se habla del impacto humano en el planeta", afirmó Newsome.

"Signos vitales" del cambio climático

Los científicos aseguran además que el cambio climático no solo debe medirse por las emisiones de CO2 o el aumento de temperatura.

Los autores de la carta presentan por ello otros indicadores que describen como "signos vitales" de las causas y efectos del cambio climático.

Los científicos recomiendan reducir la presión del crecimiento de la población a través de medidas éticas como prolongar la educación de las niñas.

 

Entre esos signos vitales que deben monitorearse está el incremento en los vuelos, los subsidios a los combustibles fósiles, las pérdidas económicas por fenómenos climáticos extremos y la destrucción de bosques.

"Es más importante que nunca que hablemos a todos, basados en evidencia", afirmó William Ripple, investigador del departamento de ecosistemas forestales de la Universidad Estatal de Oregon, en Estados Unidos y otro de los autores del mensaje.

"Es hora de que los científicos vayamos más allá de solamente investigar y publicar, y lleguemos directamente a los ciudadanos y a los tomadores de decisión".

Por qué 2030 es la fecha límite de la humanidad para evitar una catástrofe global

por: Redacción || BBC News Mundo

Los expertos de la ONU advierten que vamos en camino de un aumento de 3 grados.

La extinción total de los arrecifes de coral, diez millones de personas más expuestas a inundaciones, cada vez menos zonas aptas para el cultivo de cereales…

Una diferencia de solo medio grado de temperatura tendría consecuencias devastadoras para nuestro planeta, por lo que cada vez es más urgente limitar el aumento de la temperatura global a un máximo de 1,5 grados centígrados, advirtió este lunes el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC).

Y el tiempo para actuar se nos está acabando, se asegura en el último informe del IPCC, el que ha sido descrito como "un último llamado" para salvar a la Tierra de una inminente catástrofe.

De hecho, según el reporte, actualmente vamos camino a un aumento de 3 °C, muy por encima del máximo de 2 °C contemplado por los Acuerdos de París sobre cambio climático.

Un máximo que, según los científicos, parece además cada vez menos deseable.

Para el corresponsal de temas ambientales de la BBC, Matt McGrath, la de este lunes es la advertencia más comprehensiva hasta la fecha de los riesgos del aumento de las temperaturas globales.

"A los científicos probablemente les hubiera gustado escribir en letras mayúsculas 'ACTÚEN YA, IDIOTAS', pero necesitaban decirlo con hechos y números", dijo por su parte Kaisa Kosonen, de la ONG Greenpeace, quien estuvo de observadora en las negociaciones que precedieron a la publicación del reporte.

"Y eso fue lo que hicieron", dijo del informe, titulado "Calentamiento global de 1,5 grados centígrados".

Una diferencia crucial

El estudio, que se basa en más de 6.000 referencias científicas, explica los efectos que tendría un incremento de temperaturas del 1,5 y los compara con los de una subida de 2 grados.

Ambas temperaturas están mencionadas en los Acuerdos de París, en el que la mayor parte de países del planeta se comprometieron a "mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 °C".

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Y es que, hasta ahora, se pensaba que al mantener el calentamiento por debajo de 2 grados este siglo se podrían manejar los cambios que sufrirá el planeta.

Pero según el nuevo informe, ir más allá de los 1,5 grados es poner en riesgo la habitabilidad de la Tierra.

"Limitar el calentamiento a 1,5 grados conlleva muchos beneficios en comparación con limitarlo a 2 grados. Esto reduciría el impacto del cambio climático de maneras muy importantes", explicó el profesor Jim Skea, copresidente del IPCC.

Pero, según el IPCC, este límite podría superarse en tan sólo 12 años.

Consecuencias devastadoras

El IPCC proyecta que un aumento de la temperatura global de 2 grados acabaría con todos los arrecifes de coral.

Mientras que un incremento de 1,5 los reducirá entre un 70% y un 90%, dos grados los extinguirían casi por completo.

Otra diferencia importante es que el nivel del mar aumentaría 10 centímetros más al pasar de 1,5 a 2 grados. Puede parecer poco, pero esta diferencia implica que diez millones de personas más estarían expuestas a inundaciones.

También tendría un impacto significativo en la temperatura y acidez del océano, y en la capacidad de cultivar cultivos como el arroz, el maíz y el trigo.

Y el IPCC afirma que limitar el calentamiento a 1,5 frente a los 2 grados supondría reducir el número de personas expuestas a los riesgos climáticos y la pobreza en varios cientos de millones.

También limitará la prevalencia de enfermedades como el dengue y la malaria.

Por lo pronto, las emisiones de gases de efecto invernadero ya han elevado aproximadamente un grado centígrado la temperatura global respecto a los niveles preindustriales.

"Ya estamos en la zona de peligro", explica Kaisa Kosonen, de Greenpeace.

"Ambos polos se están derritiendo a un ritmo acelerado; árboles antiguos que han estado allí durante cientos de años están muriendo repentinamente y acabamos de tener un verano en que gran parte del mundo estaba en llamas".

¿Es demasiado tarde?

El Panel afirma que todavía podemos conseguir que la temperatura del planeta no aumente 3 grados más.

Pero esto requiere cambios urgentes y de gran escala por parte de gobiernos e individuos. Además, tendríamos que invertir una gran cantidad de dinero cada año: alrededor del 2.5% del PIB mundial durante dos décadas.

El informe afirma que si se quiere cumplir la meta del 1,5 habría que disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 45% para el año 2030.

Para 2050 deberían haber desaparecido.

Otras medidas son que las energías renovables proporcionen hasta el 85% de la electricidad global para 2050 y que 7 millones de kilómetros cuadrados de tierra (más o menos el tamaño de Australia) se dediquen a cultivos energéticos.

El copresidente del IPCC Jim Skea afirma que si esto es posible o no dependerá de la voluntad política.

"Si leen el informe y deciden actuar de inmediato, entonces mantener la subida en 1,5 grados sigue estando a nuestro alcance. Pero es una decisión que se debe tomar lo antes posible", aseguró Skea.

Y el reporte también incluye medidas que se pueden tomar a nivel individual.

Estas incluyen:

  • Comprar menos carne, leche, queso y mantequilla y más alimentos de temporada producidos localmente (además de desperdiciar menos comida).
     
  • Conducir automóviles eléctricos y caminar o usar la bicicleta para desplazamientos cortos
     
  • Tomar trenes y buses en lugar de aviones
     
  • Recurrir a videoconferencias en lugar de viajar por razones de trabajo
     
  • Secar la ropa al sol en lugar de utilizar secadoras
     
  • Aislar mejor las casas para reducir la dependencia de calefacción y/o acondicionadores de aire
     
  • Exigir una baja huella de carbono en todos los productos de consumo

"Uno puede creer que no puede controlar el uso que se la da a la tierra, pero uno sí puede decidir qué come y eso determina el uso de la tierra", explicó la Dra. Debra Roberts, la otra copresidente del IPCC.

"Podemos elegir como nos movilizamos dentro de las ciudades, garantizar que elegimos a gobernantes que le apuestan al transporte público", ejemplificó Roberts.

Cambio climático: por qué los próximos 18 meses son cruciales para el planeta y para todos nosotros

por: Matt McGrath, corresponsal de Medio Ambiente || BBC News Mundo

Las emisiones globales de dióxido de carbono deben llegar a un tope máximo en 2020. Sólo así será posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, según el IPCC.

 

¿Recuerdas los titulares que hablaban de que teníamos apenas 12 años para salvar el planeta?

Pues ahora parece existir el consenso de que los próximos 18 meses son críticos en la lucha contra el cambio climático y otros desafíos ambientales.

Para evitar que el aumento en la temperatura del planeta supere 1,5 grados centígrados respecto a la era preindustrial, será necesario reducir las emisiones globales de dióxido de carbono en un 45% para 2030, según afirmó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en su informe de octubre del año pasado.

Sin embargo, los pasos decisivos en ese recorte de emisiones de CO2 deben tener lugar antes de finales del año próximo, de acuerdo a observadores.

La idea de que 2020 es un plazo decisivo fue mencionada ya en 2017 por uno de los principales científicos climáticos a nivel mundial.

"La matemática del clima es brutalmente clara", afirmó Hans Joachim Schellnhuber, fundador y ahora director emérito del Instituto Potsdam del Clima, en Alemania.

"El mundo no puede ser sanado en pocos años, pero podría estar fatalmente herido de negligencia en 2020".

La sensación de que el fin de 2020 es una oportunidad límite en términos de cambio climático es cada vez más clara.

"Creo firmemente que los próximos 18 meses decidirán nuestra habilidad para mantener el cambio climático en niveles que permitan la sobrevivencia y asegurar la restauración del equilibrio necesario en la naturaleza para sobrevivir", afirmó recientemente el Príncipe Carlos de Inglaterra ante cancilleres de países de la Mancomunidad Británica.

¿Por qué son tan cruciales los próximos 18 meses?

El Príncipe Carlos se refería a una serie de reuniones clave de la ONU que tendrán lugar desde septiembre de este año hasta fines de 2020.

En el Acuerdo de París sobre cambio climático de 2015 los países firmantes se comprometieron a mejorar sus planes de recortes de emisiones para fines del próximo año .

Huelga de estudiantes por el cambio climático este mes en Alemania. Cada vez más gente pide acciones concretas para combatir el calentamiento global.

 

Un punto importante del informe del IPCC de octubre de 2018 era que las emisiones globales de dióxido de carbono deben llegar a un tope máximo y comenzar a bajar para 2020.

Solo de esa forma podrá mantenerse el aumento de temperatura por debajo de 1,5 grados centígrados, el límite necesario para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático, según el IPCC.

Pero los compromisos actuales de los gobiernos, lejos de garantizar ese límite seguro, conducirán a un incremento de 3 grados para fin de siglo.

Los planes de los gobiernos suelen estipularse en marcos temporales de 5 o 10 años. Y por ello, si se quiere lograr la reducción de 45% en las emisiones globales para 2030 será necesario que los compromisos estén sobre la mesa para fin de 2020.

¿Cuáles son los pasos siguientes?

El primer encuentro crucial es la cumbre climática convocada por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que tendrá lugar el 23 de septiembre en Nueva York.

Guterres dejó en claro que los países solo deben ir a la cumbre si presentan en ella planes para reducir sus emisiones en forma significativa.

El encuentro será seguido por la nueva conferencia de las partes del acuerdo marco sobre cambio climático, COP25, en Santiago, Chile, donde tal vez el logro más importante será mantener el proceso de reducciones en movimiento.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, advirtió a los gobiernos que no concurran a la cumbre de cambio climático en setiembre en Nueva York si no piensan ofrecer reducciones significativas en sus emisiones de CO2.

 

Más crucial será probablemente la COP26, que según se cree tendría lugar en Reino Unido a fines de 2020.

El gobierno británico cree que puede usar la oportunidad de la COP26, en un mundo post Brexit, para mostrar que Reino Unido puede generar la voluntad política para una acción común, de la misma forma que Francia usó su músculo diplomático para hacer realidad el acuerdo de París.

"Si nuestra candidatura para ser sede de la COP26 tiene éxito, construiremos sobre la base del Acuerdo de París y reflejaremos la evidencia científica necesaria para actuar más y más rápido", señaló el ministro de Medio Ambiente británico, Michael Gove.

"Juntos debemos dar todos los pasos necesarios para restringir el aumento de la temperatura global a 1,5℃."

¿Razones para ser optimista?

La causa puede haber sido la evidencia de las olas de calor, la influencia de las huelgas escolares convocadas por la activista sueca Greta Thunberg, o el movimiento Extinction Rebellion.

Lo cierto es que aumentó el interés del público en el cambio climático y en la necesidad de soluciones.

La gente está exigiendo acciones concretas y políticos en muchos países están conscientes de ello.

La influencia de Greta Thunberg es uno de los factores que explica el aumento de la preocupación del público por el cambio climático.

 

Planes como el Green New Deal en Estados Unidos, la propuesta de un paquete de estímulos económicos para abordar el cambio climático y la desigualdad, que podrían haber parecido inviables hace unos años, ahora están ganando apoyo.

Y países como Reino Unido legislaron para asegurar emisiones netas cero en 2050.

"Nuestro grupo de pequeños estados insulares compartimos el sentido profundo de urgencia expresado por el Príncipe Carlos", afirmó Janine Felson, de Belice, estratega principal de la Alianza de Pequeños Estados Insulares ante la ONU.

"Estamos siendo testigos de una convergencia de varios factores que exigen un liderazgo decisivo: la movilización del público, la intensificación de los impactos climáticos y las graves advertencias científicas".

"Sin duda, 2020 es el plazo para que ese liderazgo se manifieste".

¿Razones para ser temerosos?

2020 podría ser también el momento en que Estados Unidos finalmente se retire del Acuerdo de París.

Si Donald Trump no es electo por un segundo mandato y un candidato demócrata gana los comicios eso podría cambiar.

Cualquiera de las dos posibilidades podría tener enormes consecuencias en la lucha contra el cambio climático.

Actualmente varios países parecen interesados en asegurar que el progreso en esa lucha sea lento.

En diciembre del año pasado, Estados Unidos, Arabia Saudita, Kuwait y Rusia bloquearon la discusión en un encuentro de la ONU del informe del IPCC sobre el límite de 1,5 grados.

Estados Unidos y Arabia Saudita se opusieron a la inclusión de un informe clave del IPCC en negociaciones de la ONU.

 

Hace pocas semanas, el informe fue excluido una vez más de negociaciones de la ONU debido a la objeciones de Arabia Saudita, a pesar de la frustración de las naciones en desarrollo y de los estados insulares.

"Es bueno que la COP26 tenga lugar en Reino Unido porque hay más conciencia climática aquí que en otros países, pero ese movimiento apenas ha comenzado a pensar cómo ejercer la presión suficiente", señaló Michael Jacobs, científico de la Universidad de Sheffield y asesor en temas climáticos del ex primer ministro británico Gordon Brown.

"Si no usamos la oportunidad para acelerar la ambición será imposible asegurar un límite de 1,5 o 2℃", agregó Jacobs.

"Actualmente no existe nada que se asemeje al compromiso necesario en los países líderes. Por eso el Secretario General de la ONU convocó a la cumbre de setiembre".

En Reino Unido, el Comité sobre Cambio Climático advirtió recientemente que el país va camino a incumplir su meta de emisiones cero para 2050, a pesar de haber legislado para ello.

"El gobierno británico debe mostrar que toma en serio sus obligaciones legales, su credibilidad está en juego", afirmó el jefe del Comité, Chris Stark.

"Hay una ventana de oportunidad para hacer algo en los próximos 12 a 18 meses, o me temo que el gobierno británico pasará vergüenza en la COP26".

No se trata solo del cambio climático

También habrá en los próximos meses encuentros que decidirán la protección de especies y de los océanos en las próximas décadas.

En mayo causó gran impacto el informe de la ONU según el cual un millón de especies están amenazadas. El reporte fue compilado por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés).

 

Para responder a esta crisis global de biodiversidad, gobiernos de todo el mundo se reunirán en 2020 en China para buscar acordar medidas de protección.

La Convención sobre Diversidad Biológica de la ONU es el organismo encargado de elaborar un plan efectivo de protección para 2030. El encuentro del año próximo podría arrojar un equivalente al Acuerdo de París para la biodiversidad.

Si se logra un acuerdo es probable que éste ponga énfasis en la agricultura y la pesca sostenible, la protección urgente de especies y la reducción de la desforestación.

El año próximo también se reunirá la Convención de la ONU sobre las leyes del Mar con el objetivo de negociar un tratado global sobre océanos.

El tratado podría tener un impacto real, de acuerdo a Michael Gove.

"Reino Unido ha sido líder en asegurar la protección de al menos el 30% de nuestras aguas para 2030. Pediremos a otras naciones que se comprometan a metas similares", señaló el actual ministro británico.

Si hay compromisos significativos en 2020, el mundo tendrá una posibilidad de preservar nuestro medio natural.

Pero los desafíos son enormes y las acciones políticas dispersas.

Lograr acuerdos será difícil.

Integración de las Renovables al sistema de distribución de energía eléctrica

Integración de las Renovables

En esta entrada vamos a analizar la problemática que existe alrededor de la integración de las renovables dentro del sistema eléctrico nacional.

Para esto, en primer lugar se deben caracterizar la naturaleza de la producción de este tipo de energía en cuanto a “la deslocalización”de su conexión a la red se refiere. analizar la problemática que existe alrededor de la integración de las renovables dentro del sistema eléctrico nacional.

1.- Ubicación del recurso y desubicación de los puntos de conexión a la red.

La ubicación de una central de generación convencional atiende a varios factores que son estratégicos. De hecho, para elegir la ubicación de una central convencional, se atiende a factores como la demanda, comunicaciones, facilidad en el transporte del recurso, etc.

Sin embargo, el porcentaje desubicación de las energías renovables es mucho mayor, esto es debido sobre todo a que el recurso de viento, radiación solar y agua están muy vinculadas a determinados lugares y pueden originar grandes unidades o agrupaciones de generación, pero alejadas de los puntos de consumo.

Esta característica implica la necesidad de construcción de nuevos sistemas de transporte para poder incorporar esta energía a la red existente, ya que los nuevos puntos de generación están lejos de los posibles puntos de evacuación de la red existente.

Además, lleva consigo la necesidad de ampliar la red, ya que implica añadir una carga a líneas que en la actualidad están en uso.

La posibilidad de ampliar la red es difícil de ejecutar debido a la legislación ambiental y las dificultades administrativas que originarían la implantación de nuevos trazados de líneas eléctricas.

Es por esto que se está estudiando la posibilidad de optimizar la capacidad de carga de las líneas eléctricas existentes (repotenciar), ya que las ratios establecidos en la actualidad en cuanto a la capacidad de carga son muy conservadores.

Estos ratios no tienen en cuenta la mejora de la refrigeración de los conductores cuando las condiciones ambientales son favorables. Considerándose, en este caso condiciones ambientales favorables cuando hay bajas temperaturas y alta velocidad del viento.

Normalmente estas condiciones se dan cuando el recurso eólico es máximo y los parques están en máxima producción lo que puede llegar a permitir al gestor de la red llevar el transporte a valores por encima de la capacidad nominal de las líneas con totales garantías.

2.- Generación distribuida

El crecimiento de la generación distribuida está impulsado principalmente por la energía fotovoltaica aunque también se da el caso con la eólica.

En el caso de la fotovoltaica, es debido a los incentivos que en su momento se concedieron principalmente a la construcción de pequeños parques fotovoltaicos. Se trata de muchas unidades distribuidas, de muy pequeña potencia unitaria pero que con su suma son capaces de aportar una gran parte de suministro a la red.

En el caso de la energía eólica se debe a que la captación de este tipo de energía implica la implantación de los aerogeneradores en grandes extensiones, implicando esto una descentralización de los puntos de evacuación de energía eléctrica bastante grande.

Como consecuencia, los cambios que se producen en las redes de distribución son múltiples. En muchos casos, el aumento en la generación distribuida obliga a reforzar las redes. Sin embargo, sobre todo en redes rurales con líneas de transporte relativamente largas, los problemas de caída de tensión son los que primero aparecen.

La solución siempre ha sido adaptar manualmente la relación de transformación del transformador de distribución local pero en muchos casos no es suficiente y el refuerzo de la red suele ser significativamente más caro.

En muchos casos, se opta por la instalación de transformadores de distribución controlados por tensión para compensar las inestabilidades introducidas en las líneas.

3.- Volatilidad

La volatilidad la introducen en el sistema eléctrico principalmente las energías eólica y solar, con fluctuaciones rápidas y, especialmente en el caso de la energía eólica, menos predecibles.

La energía eléctrica, en un sistema de distribución y transporte, se caracteriza por la imposibilidad de ser almacenada como tal, es decir, en el sistema eléctrico hay que inyectar tanta energía como se consume de forma instantánea, de forma que el balance de potencias quede constantemente equilibrado.

El gran problema de las renovables es tener preparado un medio de generación de energía de respaldo que se haga cargo del sistema en caso de que se haya falta de recurso renovable.

Tecnológicamente las centrales convencionales están preparadas para trabajar como centrales de carga base y se hace muy difícil adaptarlas a este sistema que implica el incremento de la frecuencia en las paradas.

De hecho, para conseguir estas energías de respaldo, prácticamente se hace necesario construir un sistema paralelo de generación convencional que apoye al sistema en caso de que el recurso renovable entre en fallo.

En concreto en España se apostó por las centrales de ciclo combinado cuyo combustible es el gas, de esta apuesta queda una infraestructura de conducción y almacenamiento de gas, que puede ser perfectamente utilizada para proveer de logística a todo Europa, pero que en la actualidad está infrautilizada.

Integración de las Renovables

4.- Futuro no tan lejano

Hay una opción válida, que viene del aprovechamiento de las centrales hidráulicas reversibles existentes, que en su momento fueron diseñadas como apoyo a las centrales convencionales y que con muy poco impacto ambiental pueden ser adaptadas a los nuevos requerimientos.

En el caso particular de Cantabria, tenemos un ejemplo que es la Central Hidroeléctrica de Aguayo, la cual fue diseñada para responder a las variaciones de demanda de energía del sistema eléctrico, apoyada y apoyando el constante torrente de energía aportado por Garoña.

En la actualidad, y ante la parada de la Central Nuclear de Garoña, quedan liberados 400 Mw de potencia de la Central Hidroeléctrica de Aguayo, que se pueden utilizar como respaldo de la futura eólica que está por instalar en la Comunidad.

Tan sencillo como bombear en los días con exceso de recurso eólico para turbinar cuando este falte, de forma que la red esté continuamente atendida.

Queda pues como opción bastante “apetecible”, el diseño de un sistema de generación, distribución y transporte donde se utilizan renovables como respaldo  renovables.

Nuestro futuro está en asegurar la sostenibilidad de nuestro modo de vida ya que día a día, la Naturaleza nos da “toques” para recordarnos que tenemos que seguir el camino de la transición energética.

No obstante, esta misma Naturaleza nos da herramientas para poder llegar a esa sostenibilidad de forma que deja un hueco para nuestra forma de vida siempre y cuando la respetemos.

Conseguir el autoabastecimiento mediante renovables, es posible, cierto que hay un puzle con muchas piezas que tienen que encajar, pero no hay que olvidar que las energías renovables son una herramienta que nos pone a disposición la naturaleza a la que no podemos ni debemos renunciar.

Por: Ramón Lecuna, Gerente en RLingeniería Dr. Ingeniero Industrial.