El transporte marítimo es hoy día el medio de transporte más sostenible y fue en 2013 el primer sector económico en contar con un marco normativo de ámbito global y obligatorio para reducir sus emisiones de CO2. Además, las normas sobre emisiones de azufre van a exigir a los armadores asumir desde 2020 un importantísimo aumento de sus costes de combustible, o bien cuantiosas inversiones en sus buques, lo que les va a incentivar a reducir todo lo posible su consumo de combustible.
En diciembre de 2015, los Estados miembros de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, en la COP21 (París) acordaron invitar a todos los países y sectores a buscar una completa “descarbonización” (es decir, cero emisiones de CO2). Si bien este reto no es tecnológicamente inviable a largo plazo, las herramientas técnicas con que cuenta para ello el transporte marítimo son por el momento limitadas, por lo que es probable que haya que recurrir, a medio plazo, a “medidas de mercado”, entre las cuales el sector se decanta claramente a favor de una tasa sobre el combustible y en contra del comercio de emisiones.
La OMI ha establecido ya un calendario preciso y este mismo año 2018 tendremos una primera aproximacióna los objetivos y las medidas concretas a introducir con el fin de que el transporte marítimo pueda seguir sirviendo al comercio mundial, cada vez con mayores niveles de sostenibilidad. Seguir leyeno:https://www.anave.es/images/tribuna_profesional/2017/tribuna_bia0117_actulizada.pdf