En la tarde del viernes pasado comenzamos el proceso de electrificación de la segunda bicicleta adquirida por el Centro para el proyecto. Se trata de una bicicleta de las mismas características que la anterior, aunque el kit es bastante distinto. En este caso hemos adquirido un kit con motor en buje trasero. La idea es estudiar ventajas de uno y otro kit. Pero eso ya lo haremos en otra entrada. Hoy simplemente relatar las vicisitudes de la instalación. Aunque ya os lo habíamos presentado en una entrada anterior aquí dejo una imagen del paquete tal cual viene del proveedor, con varios paquetes en modo fardo.
Por el primer lugar por donde atacamos fue el montaje de la rueda con el motor en buje. Para ello desmontamos la rueda original de la bicicleta y procedemos a hacer el swap. Inicialmente fue todo como la seda, desmontaje de neumático, cámara, fondo de llanta y montaje en la nueva llanta. Llega el momento de cambiar el cassette de piñones y gracias al kit de herramientas proporcionado por Decathlon Santander se realiza sin ningún problema. Pero a la hora de realizar el montaje en la bicicleta comienza la odisea…
La primera de las dificultades técnicas que aparecen es que el eje del buje de la llanta con motor no entra en el cuadro de la bicicleta. Tomado un calibre y medido el hueco y la sección plana del eje vemos un diferencial de 0,5 mm. Como se trata de un cuadro de aluminio es muy salvable por medio de limado manual. El limado manual permite un control muy bueno del trabajo y su acabado final. Así que nos ponemos manos a la obra, lo cual arroja una de las instantáneas en las que mejor me veo en los últimos 20 años (¿será que estoy empezando a molarme?).
Salvado este obstáculo nos encontramos con un problema de ajuste del freno de disco en la pinza. Inicialmente, desmontamos la pinza para que no moleste, pensando que se trataba de un ajuste fino de la posición de la misma. Al intentar reinstalar la pinza observamos ya un problema de interferencia mecánica (!vamos, que tocan!) entre el soporte postizo de la pinza y el disco de freno. Desmontamos el soporte de la pinza con la intención de continuar el montaje, no sin antes marcar las orejas donde ha de asentar perfectamente paralelo. Necesitamos rebajar con la fresadora al menos 4 mm del alojamiento para evitar la interferencia y poder montar de nuevo la pinza de freno. Ya que esperamos que con este kit los frenos sean algo necesario en más de una ocasión XD. Este tema lo dejamos de momento pendiente de solucionar. Las opciones son varias, o se lo pasamos a los compañeros de Fabricación Mecánica y les pedimos el favor o tendríamos que traer una mesa XY para adaptar a un taladro, ya que siendo aluminio no es mucho problema, pero si que da miedo no dejarlos dos cajeados paralelos, puesto que en ese caso el disco de freno rozaría, ya que los ajustes de estos sistemas son muy finos. (Actualizaremos con la solución y cómo nos ha quedado).
Procedemos a instalar la batería en el alojamiento del portabidón, los elementos de control, esto es la pantalla, el acelerador (¡Sí!), la botonera de encencido/selección de potencia y los sensores de frenado. También el sensor de pedaleo para poder, con todo ya instalado proceder a probar el invento. La tarde se nos ha ido dilatando y nos quedamos con las ganas de probar, ponemos la batería a cargar en el despacho y nos piramos que ya está bien por esta semana. Cómo no podía ser de otro modo, no podemos marcharnos sin antes habernos calentado de pico y haber decidido quedar a probar nuestras fuerzas en una salida «sin adulterar» antes de salir otro día a probar las bicis electrificadas. ¡Os informaremos!